La escuela responsable de nuevos aprendizajes para nuevos retos /
Carreño Botia, Lucila | 2000
Este proyecto generó un cambio en la institución, que comenzó haciendo un juicioso análisis de la población escolar, del contexto, de las teorías educativas, del currículo y de todo aquello que es afectado por los aprendizajes. Ante tal análisis se vio la necesidad de empezar un intenso programa de capacitación docente desde la pedagogía y la sicología y se llegó a la conclusión de que la población estudiantil más importante para el proyecto y para la iniciación del cambio deseado, eran los niños de preescolar, siguiéndole en orden de importancia los consecutivos grados escolares. Este orden de importancia se explica en tanto el ser humano desarrolla el 80% de su potencial intelectual y valorativo hasta los 8 años de edad. Por lo tanto todo el esfuerzo se dirigió a atender lo mejor posible la población estudiantil cobijada dentro de este rango de edad, con los cursos cero, primero, segundo, tercero y cuarto.El proceso para atender a esta población, se inició con los niños que iban a entrar a preescolar. A estos niños se les hizo un diagnóstico acerca de cómo estaba su desarrollo en los aspectos tanto físicos como intelectuales. Dicho diagnóstico lo realizaron profesionales adecuados, externos a la institución, y presenta las fortalezas y debilidades que tiene cada niño frente al desarrollo esperado para su edad; lo mismo que, el posible trabajo que debe hacerse con cada uno. Ese diagnóstico se entregó a la profesora que les iba a recibir y así ella conocería de antemano a sus estudiantes y empezaría la programación de su trabajo con cada niño en particular y con el grupo en general. Al mismo tiempo se pensó en mejorar los espacios escolares, de lo cual resultó la asignación de una nueva sede para el desarrollo del trabajo con los cursos enunciados anteriormente.Paralelamente a ello, el currículo sufrió una modificación: hasta segundo grado éste se centraba en los procesos de aprendizaje, las diferencias en los ritmos de los niños, el aprendizaje alrededor de proyectos, el énfasis en el desarrollo de procesos y operaciones intelectuales, y el planteamiento de un currículo integrado y desarrollado alrededor de proyectos que permitieran abordar lo básico de cada una de las áreas. En los otros dos grados, hasta cuarto, empezaba la diversificación de las áreas y de proyectos que se iniciaron en los anteriores grados, y que permitían profundizar y especializar bajo cada una de las áreas básicas.Por otra parte, los tiempos dentro del aula generaron un re-planteamiento del horario de clase, se modificó el horario tradicional de horas y áreas. El tiempo se distribuyó según los proyectos que se estaban desarrollando. En este tiempo se tuvo en cuenta además la diaria atención a los padres, a los niños que necesitan más atención del docente, a los problemas de aprendizaje que presentan algunos estudiantes y que requieren atención individual, a los niños que necesitan asesoría de tareas y a la organización diaria del trabajo por parte del profesor. Así mismo, la organización interna del salón sufrió una transformación. En esta organización se tuvo en cuenta la parte lúdica, la biblioteca-aula, los audiovisuales, las carteleras y la misma organización del mobiliario y el gobierno escolar dentro de cada salón.También los padres fueron tocados por el cambio, ellos ahora saben que diariamente tienen las puertas abiertas para atenderles e interactuar con ellos, conocer el proyecto, saber del trabajo de sus hijos y pueden valorar en su casa el trabajo que hace su hijo, ver sus progresos o dificultades.
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